¿Cómo resanar rajaduras en la pared?

Las rajaduras en las paredes son un problema común en la mayoría de las viviendas, y aunque pueden parecer insignificantes, si no se reparan a tiempo, pueden causar daños mayores. Resanar las rajaduras no solo mejora la estética del hogar, sino que también previene filtraciones de agua y otros inconvenientes. En este artículo, te enseñaremos cómo resanar rajaduras en la pared de forma efectiva y rápida. ¡Descubre todo a continuación!
¿Qué pasa si hay rajaduras en la pared?
Las rajaduras en las paredes pueden ser causadas por diferentes factores, como el paso del tiempo, los cambios de temperatura, la humedad, entre otros. Aunque algunas de estas rajaduras son superficiales y no presentan riesgo para la integridad de la vivienda, deben ser atendidas.
Es importante no ignorar las rajaduras, ya que con el tiempo pueden empeorar, permitiendo la filtración de agua o afectando la distribución de la carga en la pared. Repararlas a tiempo es fundamental para evitar problemas mayores, como el deterioro de los cimientos o el crecimiento de moho debido a la humedad.
Herramientas y productos para reparar rajaduras en la pared
Antes de comenzar a reparar las rajaduras en la pared, es necesario contar con las herramientas y productos adecuados. Aquí te dejamos una lista de lo que necesitarás:
- Espátula: Para aplicar el compuesto de relleno.
- Masilla para resanar: Dependiendo del tamaño de la rajadura, puedes elegir una masilla de secado rápido o una pasta específica para este tipo de reparaciones.
- Lijadora o papel de lija: Para suavizar la superficie después de aplicar la masilla.
- Rodillos: Para retocar la pintura una vez que la reparación esté lista.
- Imprimante o sellador de paredes: Para asegurar una mejor adherencia de la pintura después de la reparación.
¿Cómo resanar rajaduras en la pared? 5 pasos
La reparación de rajaduras en la pared no es complicada si sigues los pasos adecuados. Aquí te mostramos el proceso en 5 pasos simples:
1. Identificar la causa y evaluar el tamaño de la rajadura
Antes de empezar, es importante inspeccionar bien la rajadura. Si es pequeña, como una fisura superficial, probablemente se pueda reparar fácilmente. Sin embargo, si la rajadura es profunda o está acompañada de otros síntomas como humedad, te recomendamos contactar a un profesional para que pueda revisarlo..
2. Preparar la superficie
Una vez que hayas determinado que la rajadura es reparable, debes preparar la pared. Limpia el área alrededor de la grieta para eliminar el polvo, la suciedad y cualquier residuo que pueda interferir con la reparación. Si la rajadura es grande, usa una espátula para quitar partes sueltas de la pared.
Si la pared tiene pintura vieja, es recomendable rasparla un poco para que la masilla adhiera mejor. Para grietas muy anchas, también puedes colocar una capa de cinta de fibra de vidrio para mayor resistencia.
3. Aplicar la masilla o pasta para resanar
Usa una espátula para aplicar la masilla o pasta en la rajadura, presionando bien para que se rellene completamente. Es importante que la masilla esté al mismo nivel que la pared para obtener un acabado uniforme. En el caso de grietas más grandes, asegúrate de aplicar varias capas del producto, dejando que cada capa se seque antes de aplicar la siguiente.
4. Lijar la superficie
Una vez que la masilla haya secado completamente, usa un papel de lija de grano fino o una lijadora para suavizar la superficie reparada. Esto eliminará cualquier exceso de masilla y hará que la pared quede completamente nivelada con el resto de la superficie. Si la reparación es extensa, puedes usar una capa fina de pintura o imprimante sobre la masilla para evitar que se noten imperfecciones.
5. Pintar y terminar la reparación
Finalmente, cuando la superficie esté completamente lisa, puedes aplicar pintura o retocar la pared para que la reparación quede invisible. Si es necesario, aplica una capa de imprimante para asegurar que la pintura nueva se adhiera adecuadamente. Deja secar completamente y asegúrate de que la reparación haya quedado impecable.
Conclusión
Resanar rajaduras en las paredes es una tarea sencilla que puedes realizar tú mismo si sigues estos pasos. Aunque es importante tener las herramientas adecuadas, el proceso no requiere experiencia avanzada y puede hacerse en un par de horas, dependiendo del tamaño de las grietas. Asegúrate de no posponer la reparación, ya que las rajaduras pueden empeorar con el tiempo y generar daños mayores.
Recuerda: Si encuentras rajaduras graves o recurrentes en las paredes, es recomendable que un profesional evalúe la causa subyacente para evitar que no se agraven con el tiempo, evitando filtraciones de agua, el crecimiento de moho y otros problemas. Con una buena reparación, tu hogar se verá mucho mejor.